Cáritas adviertede la intensificación de la pobreza y la consolidación de una sociedad desigual.CRISTINA DÍAZ, SEVILLA | ACTUALIZADO 03.06.2015 - 06:57
Eduardo Vera y Mariano Pérez de Ayala, ayer durante la presentación de la memoria. / Victoria Hidalgo
Los datos de pobreza no sólo no disminuyen, sino que se intensifican. Cáritas Diocesana de Sevilla alerta: "Estamos sufriendo una auténtica cronificación de la pobreza" y "la consolidación de un modelo dual de sociedad, donde unos tienen de todo y otros carecen, si no de todo, de muchos bienes sociales". Con estas palabras, Mariano Pérez de Ayala, director de Cáritas Diocesana de Sevilla, analizaba los datos de la memoria de la organización de 2014 que ayer presentó junto con Eduardo Vela, delegado episcopal, y Auxiliadora González, secretaria general.
Cáritas Diocesana de Sevilla atendió el año pasado en la provincia a 65.039 personas, un total de 19.226 familias. Esto supone un 8,7% menos que en 2013. Pero Auxiliadora González puntualiza: "El número total de personas atendidas ha disminuido, pero se han intensificado las intervenciones realizadas". Concretamente estas actuaciones han aumentado un 26,5% con respecto a 2013, según el informe de Cáritas. Asimismo, de 2010 a 2014, las intervenciones de los 2.728 voluntarios y 78 trabajadores de Cáritas en Sevilla se incrementaron un 111%.
El objetivo, según señaló la secretaria general, no es realizar únicamente una actuación puntual en caso de emergencia, "sino realizar un seguimiento de las familias", establecer "una relación continuada" para conseguir que salgan de su situación de exclusión social.
Esta memoria es una continuación del último informe de Foessa, según señaló Eduardo Vera, que apunta que un 25% de la población andaluza está en situación de exclusión, 2,1 millones de andaluces. Y, de éstos, un millón de personas viven en una situación de exclusión severa. En este sentido, los ingresos medios de las familias bajaron hasta los 21.132 euros anuales en 2014, frente a los 26.125 de 2009. Además, hasta el 51% de los hogares andaluces tienen dificultades para llegar a final de mes, según los datos recogidos en el informe de Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (Foessa) correspondiente a 2014.
Para poder desarrollar sus actividades, Cáritas invirtió más de cuatro millones de euros. El 18% de este total procede de subvenciones públicas, mientras que el 82% proviene de las aportaciones de las comunidades cristianas, los socios y los donantes que colaboran con Cáritas, según anotó González. La mayoría de este dinero se destinó a ayudas de atención primaria, seguidas por acciones para la inclusión social y el fomento del empleo.
La secretaria general destacó también la importancia del trabajo que realizan las Cáritas Parroquiales, que "son las que prestan la atención primaria a las personas que más lo necesitan". De esta manera, "sigue siendo alarmante" que el 34% de la inversión de las Cáritas Parroquiales se destinara a problemas derivados de la vivienda (hipotecas, alquileres, suministros) y el 50% para alimentación. Asimismo, destaca un nuevo perfil de personas necesitadas: familias monoparentales encabezadas, principalmente, por mujeres con varios hijos a su cargo, familias al borde del desahucio y personas jóvenes en situación de precariedad laboral.
Desde Cáritas se llevan a cabo también diversos programas con un peso "mayor a nivel profesional y técnico". Entre ellos el programa Nazaret, dirigido a inmigrantes, que atendió a 37 personas en régimen de residencia y ofreció asesoramiento jurídico a 322; o el programa de grave exclusión, en colaboración con el Centro Amigo, donde atendieron a 62 personas.
"Vamos a salir de la crisis con un modelo de sociedad más desigual", manifestó Mariano Pérez de Ayala. "Los ajustes económicos han hecho que nos olvidemos de las personas. Cáritas no quiere permanecer muda ante la reducción de las políticas sociales. Se ha dejado a un lado la lucha por la igualdad", denunció.
En este sentido, el director de Cáritas Diocesana Sevilla, hizo un llamamiento al nuevo gobierno autonómico y a los diferentes ayuntamientos, "sean del signo político que sean", para que vuelvan a poner "en el centro las políticas para luchar contra la pobreza, la exclusión y la desigualdad": "La grandeza de una sociedad está en cómo trata a sus miembros más desfavorecidos, y los poderes públicos se están olvidando de aquellos que más lo necesitan".
